La loncha perfecta
Cortar el jamón es un arte que vamos perfeccionando con el tiempo, tenemos que disfrutar del ritual.
Las lonchas deben ser de un tamaño de 4 ó 5 cm de largo, finas, casi traslúcidas, brillantes, aromáticas y jugosas, para ello debemos conseguir repartir en cada loncha la grasa propia del Ibérico con el magro, esto le aportará esa jugosidad que hará que se nos funda en boca.
A la hora de emplatar tenemos que colocar las lonchas con un cierto solapamiento, es recomendable combinar las lonchas de las diferentes zonas del jamón para que disfrutar de los distintos aromas, matices e incluso sabores que esconde cada parte del jamón.